La justicia consiste en dar a cada uno lo que es debido.
Hay dos clases de justicia, según Aristóteles:
1) La justicia distributiva, que consiste en distribuir las ventajas y desventajas que corresponden a cada miembro de una sociedad, según su mérito.
Entre los iguales: lo desigual sería injusticia y justo lo igual; y entre desiguales, injusto sería lo igual y lo desigual justicia. (Por eso hay que tener cuidado cuando se clama ¡Igualdad! frente a premios y castigos, frente a mejores y peores, frente a distintos problemas y circunstancias)
2) La justicia conmutativa, que restaura la igualdad perdida, dañada o violada, a través de una retribución o reparación regulada por un contrato.
Por eso no alcanza la disculpa frente a la injusticia, se debe la reparación. Una bicicleta rota debe arreglarse, una espalda herniada debe compensarse, un hombro consumido debe ser retribuido y un trabajo sobreexigido debe compensarse -Por ejemplo restando horas de trabajo al último día laboral de la semana- un prejuicio, una sanción mal aplicada, una falsa acusación, una desconfianza, etc. En cuestiones operativas, también hay que recordar que toda operación implica una posibilidad para los errores -Por lo que allí no se debe NINGUNA retribución .
Hay dos clases de justicia, según Aristóteles:
1) La justicia distributiva, que consiste en distribuir las ventajas y desventajas que corresponden a cada miembro de una sociedad, según su mérito.
Entre los iguales: lo desigual sería injusticia y justo lo igual; y entre desiguales, injusto sería lo igual y lo desigual justicia. (Por eso hay que tener cuidado cuando se clama ¡Igualdad! frente a premios y castigos, frente a mejores y peores, frente a distintos problemas y circunstancias)
2) La justicia conmutativa, que restaura la igualdad perdida, dañada o violada, a través de una retribución o reparación regulada por un contrato.
Por eso no alcanza la disculpa frente a la injusticia, se debe la reparación. Una bicicleta rota debe arreglarse, una espalda herniada debe compensarse, un hombro consumido debe ser retribuido y un trabajo sobreexigido debe compensarse -Por ejemplo restando horas de trabajo al último día laboral de la semana- un prejuicio, una sanción mal aplicada, una falsa acusación, una desconfianza, etc. En cuestiones operativas, también hay que recordar que toda operación implica una posibilidad para los errores -Por lo que allí no se debe NINGUNA retribución .
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